Para cumplir tus metas de año nuevo: Aprecia el viaje no el destino

Tiempo de lectura: 5 minutos

 

Para cumplir tus metas de año nuevo cambia hábitos.  Para que sea más fácil hay que apreciar el viaje en lugar del destino.

Tal vez ya leíste mis otros artículos sobre metas de año nuevo, la importancia que tiene para cumplirlas el cuidar tu entorno e identificar recursos que necesitas para lograrlas. Y es que buena parte de la metas que queremos lograr se tratan de cambios de hábitos, por lo que nunca está de más echar mano de los recursos con los que contamos que nos ayuden a mantenernos en el camino,  evitando que lo nuevo se vuelva con el tiempo un  hábito aburrido, alejándonos de nuestras metas en lugar de acercarnos.  En este artículo voy a hablarte de otro aspecto que puede ser de poca ayuda para mantener ese cambio de hábito: considerar el logro de tu meta como un destino. 

 

La vida está hecha de momentos

Es muy común que consideremos a las metas como un punto estático en el mapa al cual queremos llegar. Bajar 10 kilos o hacer ejercicio son metas muy comunes y no tienen nada de malo. Sin embargo más allá de lograrlas, la complejidad surge en el mantenerlas aun después de que la báscula nos confirme que esos kilos se fueron. De ahí la importancia de tomar una nueva perspectiva que considere las metas como un viaje para el mantenimiento de un cambio de hábito o la instalación de uno nuevo en el tiempo. Esa perspectiva justamente es considerar tu meta como un viaje.

De acuerdo a un estudio realizado por Szu-Chi Huang y Jennifer Aaker de la Escuela de negocios de la Universidad de Stanford y publicado apenas en 2019, 1 esta perspectiva mantiene a las personas  involucradas en sus metas aun después de haber llegado a esos 10 kilos menos e incluso después de que la satisfacción por haberlo logrado se haya desvanecido. Por ahí dicen que lo difícil no es llegar sino mantenerse, y hay cierta parte de razón en esto, pues implica el mantenimiento de un hábito en el tiempo. Algo que sin el empujoncito que nos pueden dar las neurociencias y otros recursos, puede costar trabajo.

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Caminante se hace camino al andar

Seguramente te preguntarás ¿Qué hace que considerar tus metas como viaje y no como destino tenga un efecto positivo? Para responder esa pregunta, además de revisar lo que Szu-Chi Huang y Jennifer Aaker hicieron en sus experimentos, voy a compartirte mi experiencia en el tema. Hace muchos años mi perspectiva era muy similar. Consideraba el logro de una meta como un punto en el camino al que había que llegar sí o sí, con lo que eso implicara. A veces el enfocarme solo en la “llegada” a ese punto hacia que mucho de ese tiempo invertido fuera una carga, a veces hasta desgastante, pues es más una perspectiva de “todo” o “nada”.

Una vez lograda, si lo hacía, era tan efímero ese momento que no alcanzaba a saborearlo. Al día siguiente ya estaba enfocado en la siguiente meta por cumplir. Esto a ojos de muchos pudiera parecer algo “normal”. Sin embargo intuitivamente sentía me estaba perdiendo de algo.

Fue en 2009 en un entrenamiento que escuché a la instructora hablar del poder que puede tener la visión en el logro de objetivos personales y organizacionales. El enfoque y la intencionalidad que ponemos en lo que nos proponemos da un sentido que puede marcar el éxito o fracaso, incluso de una empresa.

Me hizo tanto click que a partir de ahí y aprovechando mi pasión por los viajes, comencé a cambiar esa visión de destino en una más de viaje. El cambio fue notorio. Tanto que incluí esta perspectiva en mi tesis de maestría.  Comencé a disfrutar mucho más el día a día, “saborear” el proceso y los pequeños pasos que me van acercando poco a poquito a esa meta. Mi perspectiva, que se enfocaba más en “ajustes”, cambió hacia una  de “apertura al aprendizaje”. Al hacerlo empecé a disfrutar más mi vida. Por eso me gusta decir:

 

La vida es un viaje … para amateurs

Edgard Ramírez

 

Lo que dicen las investigaciones

Szu-Chi Huang y Jennifer Aaker a lo largo de 6 estudios distintos siguieron a más de 1,600 personas que tenían diversos tipos de metas. Algunas estaban orientadas hacia su salud y bienestar, otras hacia logros académicos, etc. La mayoría de los participantes eran estudiantes y empleados de la Universidad, aunque también incluyeron a empresarios de Ghana. Una vez que los participantes habían cumplido sus metas las investigadoras los dividieron en 2 o 3 grupos. A uno de esos grupos le pidieron que reflexionara sobre su experiencia con las metas como si fuera un viaje.

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A un segundo grupo se le pidió que reflexionara sobre la misma experiencia pero como si fuera un destino al que habían llegado. El tercer grupo fue el grupo de control que no oyeron ninguna de las dos metáforas anteriores. Eso sí, todos los grupos llevaron en un diario un registro acerca de sus metas. Pues lo que las investigadoras encontraron es que considerar las metas como un viaje puede ayudarnos a mantener los hábitos que nos ayudaron a lograrlas aun después de haberlas alcanzado.

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El viaje hace la diferencia

Los participantes que estuvieron en ese grupo tendieron a buscar opciones para continuar en ese camino, como por ejemplo inscribirse en otros cursos si es que su meta había sido académica, o en el caso de los que se habían enfocado en ejercicio, inscribirse en un nuevo programa, aun meses después. Habían adoptado esos hábitos mejor que los otros dos grupos. Según las investigadoras esta perspectiva puede ayudarnos a considerar todo lo que hemos atravesado desde el inicio y no sólo el logro, el punto final del proceso. Vemos de forma más holística todo el camino.

Para las metas que implican hábitos ayuda muchísimo tener una mentalidad distinta al de llegar a un punto fijo. El considerar el proceso como un viaje nos da un mayor sentido de crecimiento personal. Nos da un sentir que efectivamente podemos aprender y cambiar a lo largo del proceso, lo que a su vez hace que adoptemos más fácilmente los hábitos que necesitamos.

Así que puedes comenzar desde hoy a imaginarte dando pequeños pasos, uno a la vez, teniendo en mente lo que decía Lao Tse, que un gran viaje comienza con un primer paso, y yo agregaría que ese gran viaje es la suma de cientos, miles o millones de pasitos. Disfruta el camino.


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    Referencias:

    1.- Huang, S.-C., & Aaker, J. (2019). It’s the journey, not the destination: How metaphor drives growth after goal attainment. Journal of Personality and Social Psychology, 117(4), 697–720. https://doi.org/10.1037/pspa0000164

     

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    Edgard Ramirez
    Edgard Ramirez
    Viajero de nacimiento, coach y psicoterapeuta especializado en hipnosis ericksoniana por elección. Te ofrezco herramientas para reinventarte desde ésta y las neurociencias, pues acelera el cambio y la resolución de problemas de mis clientes.

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