Día de las madres: La conexión entre madre e hijo, hija

Tiempo de lectura: 4 minutos

 

La conexión con nuestra madre es muy profunda, tanto que podemos llevar sus células y nosotros las de ella aun décadas después del nacimiento.

Foto de Suhyeon Choi en Unsplash

 

Aprovechando este 10 de mayo día de las madres en México, me gustaría compartir la gratitud por la conexión con ese ser que junto con nuestro padre nos dio el regalo más grande que el ser humano puede recibir: la vida.  Tu viaje comenzó antes de que tú nacieras. Nacer es la primera prueba del ser humano, sin importar si fuiste prematuro,  el primero, la primera,  el segundo, segunda,  tercero, tercera o el número que fuere. Tomar la vida que te vino de tus padres es el regalo más grande  que puedas recibir y el más grande acto de humildad

Lee aquí: La Resiliencia de las madres: una lección de vulnerabilidad

 

Querida mamá gracias por darme la vida junto con papá

 

Amor materno y conexión

Foto de Jenna Norman en Unsplash

Hablar de la conexión que tenemos con nuestra madre no es algo nuevo. Para muchos se trata de una conexión metafórica que termina cuando el bebé nace o después de que entra a la adolescencia. Ese sexto sentido de la madre que presiente cuando sus hijos pueden tener algún  problema es más real y biológico de lo que muchos creen. Gracias a estudios de varias disciplinas, sabemos que esa conexión se crea desde el vientre materno y por eso ahí inicia también su educación emocional, durante la gestación.  Esto tiene un impacto profundo en el feto, nutriéndolo, dándole cobijo y sostén. El latido de corazón de la madre le provee un ritmo sanador constante.

De hecho estamos diseñados para necesitar a nuestra madre, y esta necesidad está biológicamente  integrada en nuestro cerebro y nuestro cuerpo. El amor de materno es nuestra primera experiencia de cómo se siente el amor y  el cuidado materno que recibamos moldea cómo nos sentiremos con nosotros mismos a lo largo de la vida. 

 

Querida mamá, tomo lo mejor que me viene de ti

 

Las células que forman la placenta migran de un lugar a otro, entre la madre y el feto, quedándose algunas en los pulmones, el corazón, los músculos, la piel o el sistema nervioso en formación de esa nueva vida. Tal vez esto no resulte extraño para muchos, pero lo que tal vez si resulte sorprendente para algunos es el saber que este proceso también se da ala inversa, o sea que las células del feto también pasan a los tejidos de la madre. A este fenómeno se le conoce como microquimerismo fetal 1

 

¡Qué conexión!

En un estudio realizado, cuando el corazón de la madre está herido, células fetales parecen acudir a la herida y transformarse en distintos tipos de células cardíacas especializadas. Algunas de éstas incluso pueden comenzar a latir. 2  De hecho las células fetales pueden estar presentes en sangre y tejidos aun décadas después de haber dado a luz. Así que decir que una madre lleva a sus hijos en el corazón puede ser biológicamente muy cierto.


Que una madre lleva a sus hijos en el corazón puede ser biológicamente muy cierto


Aún hay mucho que investigar pero estos estudios nos recuerdan  nuestra profunda interconexión con los demás, especialmente con quienes nos dieron la vida.

 

Me alegro que te juntaras con papá pues así pude nacer yo. En tu honor  haré cosas buenas con lo que me diste

 

Sanar la conexión

Tanto si tu historia con tu madre fue feliz, como si no lo fue tanto, si estás físicamente cerca de ella o no, si tu  madre vive aún o no, la hayas conocido o tal vez no, la conexión biológica está ahí, llevas sus células dentro de ti.  Y afortunadamente es posible mejorar  y/o sanar la relación, al menos de ti para con ella.

Y si tú eres madre, sin importar si tus hijos son pequeños o adultos,  también es posible desarrollar formas nuevas de lograr esa sincronía de tu neurobiología con la de ellos en una conexión más armónica. Y si algún hijo, hija ya no estuviera, también es posible sanar la relación si fuera necesario, o despedirte y quedar en paz con él, ella, pues tú también llevas sus células dentro de ti.  

En el gran orden de la vida y como haya sido la historia, nos queda hacer lo que podemos hacer, agradecer el mayor regalo que nuestra madre, junto con nuestro padre,  nos dio:

 

 GRACIAS por la VIDA MAMÁ 

 

Si deseas  sanar la conexión con tu propia madre, o bien si eres mamá y deseas una conexión más armónica con tus hijos, contáctame y agenda una sesión llenando el formulario de aquí abajo:

 

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    Referencias:

    1.- Boddy, A. M., Fortunato, A., Wilson Sayres, M., & Aktipis, A. (2015). Fetal microchimerism and maternal health: a review and evolutionary analysis of cooperation and conflict beyond the womb. BioEssays : news and reviews in molecular, cellular and developmental biology37(10), 1106–1118. https://doi.org/10.1002/bies.201500059

    2 .- Rina J. Kara, Paola Bolli*, Ioannis Karakikes*, Iwao Matsunaga, Joseph Tripodi, Omar Tanweer, Perry Altman, Neil S. Shachter, Austin Nakano, Vesna Najfeld, Hina W. Chaudhry.  (2012).     Fetal Cells Traffic to Injured Maternal Myocardium and Undergo Cardiac Differentiation. American Heart Association, Inc. http://circres.ahajournals.org/content/110/1/82

    3.- Maloney, S., Smith, A., Furst, D. E., Myerson, D., Rupert, K., Evans, P. C., & Nelson, J. L. (1999). Microchimerism of maternal origin persists into adult life. The Journal of clinical investigation104(1), 41–47. https://doi.org/10.1172/JCI6611 

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    Edgard Ramirez
    Edgard Ramirez
    Viajero de nacimiento, coach y psicoterapeuta especializado en hipnosis ericksoniana por elección. Te ofrezco herramientas para reinventarte desde ésta y las neurociencias, pues acelera el cambio y la resolución de problemas de mis clientes.

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