Cómo sentirnos bien y ser resilientes a pesar del COVID-19

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De cuarentena estamos hartos, sin embargo el COVID-19 sigue ahí.  Nuevos estudios nos muestran la resiliencia que algunas personas aplican para adaptarnos a vivir con él.

La cuarentena se volvió cincuentena, luego ochentena y aún sigue para algunas personas.  Han sido tiempos poco fáciles para todos y todas. En algún momento la gran mayoría hemos sentido un carrusel de emociones en estos últimos meses. No es para menos, la pandemia ha sido estresante. Desde el miedo y ansiedad por la enfermedad en sí, pasando por soledad y desesperación por el confinamiento hasta la  frustración o enojo por toda la incertidumbre y retos que nos ha traído a todos y en todos los ámbitos.

  

Salud Mental y COVID-19

De hecho la Organización Mundial de la Salud menciona que podría darse una crisis de salud mental derivada de la pandemia del COVID-19.  Por ejemplo, hasta mediados de mayo en China se habían notificado tasas elevadas de depresión (50%), ansiedad (45%) e insomnio (34%) en el personal sanitario. En tanto en Canadá el 47% de los profesionales de la salud han mencionado que necesitan apoyo psicológico.

En Estados Unidos la American Psychological Association (APA) menciona que para el 70% de los estadounidenses la situación económica es una fuente de estrés, para un 67%  lo es el manejo de la pandemia en su país y según el National Center for Health Statistics más de un tercio de la población de ese país ha mostrado algún signo clínico de ansiedad, depresión o ambos desde que empezó la pandemia. O sea es normal sentir todo este cúmulo de emociones pues además el COVID-19 nos trajo duelos a todos.

 

Y a pesar de lo malo…

Sin embargo una investigación reciente de Barbara Fredrickson y Michael Prinzing del laboratorio de Emociones Positivas y Psicofisiología de la Universidad de Carolina del Norte, encontró que incluso con todas estas circunstancias algunas personas están prosperando. En ese estudio lo que hicieron fue recopilar datos de adultos estadounidenses desde Abril y encontraron lo siguiente.

Para muchas personas, cuando hay más de lo malo en su vida significa que hay menos de lo bueno. O sea que si el domingo le pasó algo muy bueno, pero el lunes le pasó algo triste, la persona tiende a olvidar lo bueno que le sucedió el domingo. Esto no tiene nada de raro pues es la tendencia hacia la negatividad que tiene nuestro cerebro. La cosa es que en estas investigaciones han encontrado que las personas resilientes, o sea que afrontan mejor y se recuperan más rápidamente de las adversidades de la vida, tienden a preservar lo bueno, aún en presencia de lo malo.

 

Resiliencia no es suprimir emociones

Esto quiere decir que cuando una persona resiliente vive una adversidad, no evita los estados negativos ni hace como si no estuviera pasando nada invocando el  pensamiento positivo. Más bien cuando somos resilientes a pesar de estar estresados, ansiosos, o sentirnos solos, seguimos sintiendo gratitud, esperanza y alegría. Ser resiliente, mencionan Fredrickson y Prinzing es aceptar las emociones negativas que sentimos, no suprimirlas. Por eso me gusta decir que la resiliencia no implica sentirse muy fregón, ni “nunca tener miedo”. De hecho implica humildad, una meta habilidad de la resiliencia, o sea reconocer lo que estamos sintiendo en ese momento por negativo que sea.

El equipo de Fredrickson ya en investigaciones previas había identificado que la resiliencia no es un rasgo fijo, algo con lo que unos nacen y otros no. Más bien y como te lo he mencionado aquí  en otros artículos, la resiliencia al empezar en tu cerebro, se puede cultivar en el tiempo como cualquier otra habilidad.  Una forma de enriquecerla es experimentar emociones positivas de forma frecuente. Esto actúa como una espiral ascendente en la que las emociones positivas te llevan a más resiliencia. Esto actúa como una espiral ascendente en la que las emociones positivas te llevan a más resiliencia, la que lleva a más emociones positivas.

 

¿Emociones Positivas con todo lo que pasa?

Ya sé, seguro estás pensando  ¿Entonces la clave es estarse riendo todo el tiempo?. Para nada, aunque la alegría ayuda mucho, lo cierto es que nuestra naturaleza humana es siempre cambiante y aun las personas más alegres no están alegres todo el día, todos los días del año.  Aquí  quiero hacer una pausa para decirte que las emociones positivas ayudan mucho a ser más resiliente siempre y cuando sean genuinas. No se trata de “forzarte” a ser feliz a pesar de las adversidades y del COVID-19. Sino de que las vayas sintiendo de forma natural aunque sea por ratitos. Recuerda que hay que irlas cultivando en el tiempo.

Aquí te doy 4 pistas de lo que de acuerdo a los resultados de las investigaciones, algunas personas resilientes hacen y  también tú puedes hacer para experimentarlas.

 

1.- Usa las redes sociales saludablemente

Sobra decir que las redes sociales son una fuente para mantenerte  informado/informada y en contacto con las personas.  Sin embargo hay que usarlas con mesura y prudencia pues además de que el uso de las redes tiene un impacto en el cerebro, Fredrickson también encontró que el tiempo que pasan las personas pasivamente desplazándose hacia abajo ( o sea estando de metiche en los perfiles, viendo “toda la vida” de los demás) está relacionado fuertemente a la ansiedad y otras emociones negativas, justo lo que contrario de lo que quieres cultivar.

Y no me lo tomes a mal, pues las redes pueden ser un excelente medio para compartir mensajes de esperanza, organizarse para fines positivos y altruistas. La cosa es que no siempre es así. ¿O cuántas de las personas en tu red publican noticias amarillistas, de política o quejas? Por lo mismo y a menos de que quieras cultivar estados mentales opuestos, hay que tener cuidado de no dedicarle mucho tiempo a estar viendo este tipo de información, pues como dice Dan Siegel:

 


A donde tu atención se dirige, la activación neuronal fluye y tus conexiones neuronales crecen.


 

2.- Cuida tu cuerpo, mente y espíritu

Mantener una buena higiene física es esencial ante esta pandemia. Pero también es indispensable mantener una buena higiene mental. El ejercicio físico, tus hobbies favoritos y la meditación promueven las emociones positivas. Siempre lo han hecho y en estos tiempos se hacen mucho más relevantes.  Fredrickson menciona que el tiempo destinado a este tipo de actividades y las emociones positivas está fuertemente ligado en especial en las personas que experimentan más emociones  negativas. Por eso y entre más estrés, soledad o ansiedad sientas, en la medida de lo posible dedica más tiempo a cuidarte física, mental y hasta espiritualmente.

 

3.- Ayuda a otros

Sí, es importantísimo cuidarte tú. Y eso no quita que ayudes a alguien más. En este punto la investigación encontró que las personas que ayudan a otros experimentan más emociones positivas, aun a pesar de las limitaciones que la pandemia nos pone a todos. Este tipo de eventos son oportunidades para realizar actos de amabilidad y compasión. Por ejemplo puedes donar en especie o con dinero a personas que están en la primera línea ante el COVID-19, a organizaciones que apoyan a otras personas ante los efectos económicos de la pandemia o bien a una persona que lo necesite y a la que puedas donar algo para comer. Cuando realizas un acto altruista como estos, no solo son buenos para quien lo recibe, sino también para quien lo realiza.

 

4.- Mantén la conexión humana

Este probablemente sea el punto más importante. Los humanos tenemos que sentirnos conectados, escuchados, vistos y comprendidos por otros seres humanos para mantener un bienestar físico y psicológico. Por eso es importante que busques tiempo para conectar con personas significativas. Esta situación puede ser la oportunidad para reconectar con personas  con las que hace tiempo no tienes contacto.  Sí, pueden ser mensajitos por whatsapp, pero si puedes tener una llamada por teléfono, a la antigua, o videollamada, mucho mejor.

Y si puede ser cara cara aunque sea a tres metros de distancia, sería maravilloso. Como encontraron Fredrickson y su equipo, el tiempo invertido interactuando cara a cara trae más emociones positivas. Apuntan que esto es por los sentimientos de conexión con los demás que experimentamos cuando interactuamos con ellos. 

 

Como puedes ver y de acuerdo a las investigaciones, aun cuando también llegan a sentir emociones negativas, las personas resilientes logran mantener una buena salud mental en parte porque encuentran momentos de conexión humana en su vida  a pesar de los retos que el COVID-19 nos ha traído a todos.

Tal vez el punto más importante de este estudio sea que lo importante no es cuánto tiempo pasas con otros, sino la calidad de la conexión emocional que estableces con los demás.

 

Con este Coaching de Resiliencia en línea aprenderás muchas herramientas y técnicas más que te ayudarán a ser más resiliente, reducir el estrés y  sobreponerte a los retos e incertidumbre que el COVID-19  nos ha puesto a todos.   

 

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Edgard Ramirez
Edgard Ramirez
Viajero de nacimiento, coach y psicoterapeuta especializado en hipnosis ericksoniana por elección. Te ofrezco herramientas para reinventarte desde ésta y las neurociencias, pues acelera el cambio y la resolución de problemas de mis clientes.

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